miércoles, 20 de julio de 2005

Fusiones


Domingo de noche (a decir verdad Lunes 1:24 a.m.)

Si tuviera que hablar de algo lo haría de la música y las fusiones de los diferentes géneros, no porque sepa demasiado, sino porque la música me sigue transportando y la casualidad de está frase dicha hace mucho tiempo se relaciona con el título del segundo álbum de la banda (Un camino a algún lugar) que anoche me sacudió unas horas en un bar. Me darás mil hijos forma parte de una trilogía de bandas(1) que cada ves suenan más por bares de la gran ciudad, donde el buen gusto se cultiva de manera demasiado onerosa. Por suerte ciudad diagonal los ofrece por menos de la mitad y a una cuadra. Así afloró música, de verdad, ahí en vivo, sin la posibilidad de reproducirlo más que por sensaciones. Única como los estados de ánimos de los ejecutantes y los receptores.

Por momentos cerraba los ojos y algunos de los 12 instrumentistas me acunaba dulcemente por nubes e historias tan de todos lados como nuestros propios orígenes. La lt 22 poniendo a ABBA o a Sandro, el juego, las primeras caricias, las películas, Kusturica y Maradona, los abuelos tanos, los vascos, los criollos. Cócteles que nos dan una identidad múltiple, un poco judíos, otro poco árabes y todos estos sones combinándose en este aquí y ahora que intenta atrapar lo que no puede, la esencia de lo que mis sentidos percibieron no está aquí, tampoco en el mp3 pirateado, es esa música pero siempre tocada de la misma manera en que se descularon en un estudio. De todas maneras no quiero decir con esto que rechazo el poder hacer que de los parlantes aflore música, de ninguna manera, así más música se acumula para ser disfrutada en algún espacio de tiempo. Y si hablamos de música hablamos de baile como forma en que nuestros cuerpos devuelven lo que ella trasmite que con el tiempo genera estilos y formas exactas que aún así se ven las combinaciones, la mezcla de moros dejando algo en la península ibérica o en los balcanes que llega hasta nuestros puertos y se forma tango por decir algo.

Y listo esta era la idea, me voy a dormir que ya hoy lunes el despertador me espera, la lluvia y los truenos me mueven suavemente para dormir placido y calentito.




(1) Me darás mil hijos, Ángela Tullida y Pequeña orquesta de reincidentes, de alguna manera forman parte de bandas que combinan y fusionan tantos estilos que sería difícil desmenuzarlos a todos pero podemos decir: algo tanguero en sus letras tan de buenos aires y en sonidos, lo circense aflorando con mucha energía, voces melódicas que remiten a Sandro, a los visitantes, acordeones que hacen recordar al abuelo Alfredo y las fiestas donde el barrio Belgrano giraba con sus toques de valsesitos y milongas. Todas estas combinaciones hacen una música que viene desde el fondo pero renovada, un rock distinto, nostálgico pero no triste, más bien intenso y volador.