miércoles, 4 de octubre de 2006

Una mirada desde el lente hegeliano del Film Ghost in the Shell[1]

Indice de notas sobre filmes de ciencia ficción
Introducción
2001: odisea del espacio (1968)
Solaris (1972)
Una mirada desde el lente hegeliano del Film Ghost in the Shell (1995)
The matrix (1999)
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Los fotogramas van hacia atrás en varios aspectos. Por un lado, el motivo es que el texto de Hegel representa la base, los cimientos de la construcción teórica de la filosofía de la historia como mecanismo para intentar dar cuenta del devenir, del tiempo histórico. Así nuestro esquemático esquema de pensamiento retrocede, se proyecta hacia atrás, a fotogramas no vistos pero que son parte sustancial de los fotogramas precedentes. En otro sentido tomar fotogramas que retroceden no es azaroso, sino que responde a tomar del cine algunos cruces interesantes a la hora de intentar rozar esos fotogramas de pensamiento de los cimientos del estudio de la historia moderna.


En el final del anime japonés Ghost in the shell (el fantasma en la matriz) se explicita el inicio de una nueva evolución del pensamiento. La base de ese pensamiento por un lado se nutre del mar de información interconectada en la red de redes. Si bien la base de ese conocimiento infinito(2) es el ser humano, los niveles de tecnologización alcanzados por la humanidad hacia el 2029 generan que la mayoría de los mortales tengan injertos biónicos. Dos personajes creados como inteligencia artificial generaran razonamiento y sentido de autoconciencia, a partir de esa situación comenzarán un veloz recorrido por años de evolución del conocimiento. Más de buenas a primeras es preciso hacer notar como la vida que brota de la muerte no es más que una vida particular y si se tiene al género por lo sustancial en esta transformación, el perecer de la vida particular viene a ser una recaída del género en la particularidad. Con lo que la conservación del género es tan sólo la repetición del mismo modo de existencia. Hay que hacer notar, además, cómo el conocimiento es la concepción pensante del ser y el manantial y origen de una nueva forma (…) Su principio ya no es este contenido y fin inmediatos, como antes, sino la substancia de los mismos(3). Para completar su obra deberán gestar una nueva vida conjunción de ambas conciencias autónomas a partir de la combinación de sus códigos de información (nuestro ADN) para dar un individuo nuevo generado a partir de las múltiples combinaciones singulares y de esta forma cumplir el ciclo vital (razón natural de los seres vivos). El objetivo de este proceso es, pues, que el espíritu, al objetivarse y pensar su ser, por una parte destruye el carácter de su ser; por otra, capta lo universal del mismo y, por ello, da a su principio una nueva determinación. Con esto se ha cambiado el carácter substancial de este espíritu del pueblo, su principio ha renacido en otro, por cierto superior al primero(4). El nuevo individuo gestado cierra el film diciendo la red es basta e ilimitada(5), infinita. La idea de ser parte de todas las cosas recorre esta historia de ciencia ficción, donde cuerpos biónicos dotados para reproducir una razón o fin sistémico comienzan a generar razón autoconciente que generan preguntas y dudas respecto a la situación de existencia. A partir de esas inquietudes la cybor Kusanagi comienza a intelegir el mundo generando espacios de libertad como ir a bucear en su día libre. Ante la pregunta de su compañero de trabajo (humano aunque con su cuerpo “procesado” bionicamente) sobre que siente una cybor introduciendo su pesado cuerpo al mar profundo y oscuro, ella responderá miedo, ansiedad, soledad y esperanza como elemento que sorprenderá al esquemático policía que intentará comprender el hallazgo del yo de su compañera. Escena fundamental donde el ascenso boca arriba desde la profundidad oscura del mar, lento y mirando el cielo invadido de naranja atardecer será el momento de dilucidación a las preguntas e inquietudes existenciales. Momento de libertad único donde el espíritu también asciende en ese cuerpo. La materia resulta pesada en cuanto que impele hacia un centro de gravedad: es esencialmente compuesta, sus partes se excluyen entre sí, busca su unidad y con esto busca anularse a si misma, busca su contrario; (…): tiende hacia una idealidad, pues en la unida ella es ideal. El espíritu, por el contrario, es aquello que tiene en sí el centro, que no tiene la unidad fuera de sí (...).(6)


La existencia de un sujeto determinado por elementos particulares. Una subjetividad que busca y tiene conciencia de si. Un ser que despierta y se pregunta sobre el porque de las cosas, sobre que lugar ocupa, para luego visualizar que la inconmensurable masa de voluntades, intereses y actividades son los instrumentos y medios de que se vale el Espíritu para cumplir su fin, elevarlo a la conciencia y realizarlo; fin que consiste tan sólo en hallarse, en llegar a sí mismo y en contemplarse como realidad.(7)


La historia se da en una sociedad hipertecnologizada, donde sus elementos constituyentes operan como autómatas reproduciendo el estado de cosas de manera natural.
Dos nuevas individualidades con la intuición de lo que está en el tiempo se desprenderán hacia lo general, accionados por sus voluntades subjetivas y sus pasiones. Hacia la génesis de un nuevo estado de conciencia (el ser parte de todas las cosas). Forma de dilucidar la totalidad y revertir el estancamiento de la razón. Mutabilidad de cambio dinámico y transformador es uno de los móviles que atrae a estas dos nuevas individualidades a un cambio que tendrá la particularidad del libre albedrío donde lo mejor y lo más perfecto, hacia donde debe encaminarse, es algo indeterminado.(8) Hasta aquí podemos llegar con el lente hegeliano, el sentido común me indica que serán necesarios otros lentes para profundizar el camino elegido por los personajes de Ghost in the Shell.


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1- Director, Mamoru Oshii. Creador: Shirow Masamune
2- Esto lo dice el personaje gestado de la unión de dos conciencias autónomas. El de el Pupper Master (maestro titiritero) programa creado para espionaje que genera autoconciencia y el del robot cibernético “cybor” Motoso Kusanagi creado para custodiar, que también genera autoconciencia y comienza a dudar sobre su razón de existencia, sobre su finalidad.
3- HEGEL, G. W. Friedrich. Filosofía de la Historia, Editorial Zeus. Pp. 102.
4- HEGEL, op. cit. Pp. 102.
5- Nótese que en The matrix, film norteamericano, toma de esta historia de ciencia ficción pasajes textuales. Digo toma, porque a pesar de las similitudes absolutamente verificables, el trasfondo de las historias son disímiles. Además, la ciencia ficción siempre es un ejercicio para plantearnos hacia donde vamos y la idea de que la razón evolucionará a través de la inteligencia artificial es un recurso recurrente en este tipo de obras.
6- HEGEL, op. cit. Pp. 45.
7- HEGEL, op. cit. Pp. 53.
8- HEGEL, op. cit. Pp. 80.