viernes, 20 de enero de 2006

Un hostel en Ushuaia, todos los hosteles


Parece una casa pero no lo es, aunque parece. Los idiomas son el castellano y el inglés en igual medida. Lo secunda el idish.

Respecto a los diferentes habitantes podemos hacer alguna apresuradas apreciaciones generalizantes, es decir a boca de jarro. Por ejemplo los alemanes son muy disciplinados, se levantan antes que el resto y salen a hacer sus perfectas y planificadas expediciones, retornan cuando todos duermen, son casi imperceptibles, sólo los madrugadores y los noctámbulos los ven y cuando se hacen perceptibles son extremadamente correctos, como el resto de sus acciones. Los israelíes en cambio se apropian del lugar, se expanden al límite de molestar al resto con los cuales no se relacionan de ninguna manera (hasta que es inevitable como compartir un sillón mirando tv). Se comunican en su idioma y hablan castellano sólo con el personal del hostel. Aunque están los rebeldes que reniegan de esas actitudes y son ávidos por interrelacionarse y mostrar que no acuerdan con esas actitudes.
Están los argentinos que hacen la temporada, a ellos se los ve cansados. Por la mañana son los primeros en levantarse y arreglarse (luego de los alemanes). Algunos poseen dos trabajos, otros uno largo, ellos no son ávidos de interrelación, lo hacen en exceso en sus acartonados trabajos bilingües por lo que por la noche se los ve de pijamas y pantuflas mirando tv, esperando que al otro día suene el despertador. Durante las horas de trabajo se puede interactuar con ellos. Por ejemplo los conserjes nocturnos o los barman de bares que son portuarios de día, realidades similares de vida en el conurbano o Formosa y búsquedas de trabajo y tranquilidad, dos cosas que por estos lares existen para garantizar techo y comida.
Los ingleses son pocos pero interesantes, simpáticos y alegres.
De los norteamericanos no podemos generalizar ya que al igual que nosotros forman parte de un país cocoliche y multicultural generando que se termine en un bar emborrachandose con porteñ@s y porteñ@s que laburan en España y californian@s que aman el vino y la lectura. Todo esto hace que tanto argentinos como yankees haya todo tipo de especimenes. Zoretes, pelotudos, buena gente, etc.
Por lo pronto este relator se encuentra en el living comedor de la casa hostel que sirve para leer o ver la gran tele.
Otro día sigo porque me cortan las charlas con el resto y la Internet que hay que usarla solidariamente.
Abrazos

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