lunes, 19 de enero de 2004

El Bolsón – Camping Quem Quem

Las brújulas se descomponen y no marcan el norte. Es más, no marcan, giran dislocadas, desenfrenadas y ese giro nos arroja a un lugar donde encallamos, esa isla llena de náufragos desconocidos pero amigables son contenidos por un druida que a cada nuevo encalle destapa una cerveza como bienvenida. Este tremendo camino que nos arrojo hasta aquí poco importa, estamos bien y a salvo, también perdidos y contentos. Nos sabemos si volveremos, estas comarcas son demasiado celestiales para decir lunes y así comenzar una semana de nuestras vidas.
Este lugar es como un agujero negro que atrae con fuerzas gravitatorias enormes a gente de todo tipo, todo se mezcla y se condensa pero no explota en este caso. Sólo se condensa en un mercado que reboza frutas, comidas, músicas étnicas y manos creadoras de objetos varios.

No hay comentarios: